El autismo, la vida sedentaria, el sobrepeso, y el estrés

  • Prof. Eduardo Sotelo

Muchas personas autistas viven una vida sedentaria. La reclusión les impide interacciones sociales estresantes y los protege del impacto emocional que proviene de cambios imprevistos a sus rutinas y entorno general.

Según un reciente comunicado de prensa: “Un nuevo estudio de la Universidad Estatal de Oregón sobre niños con autismo descubrió que ellos son más sedentarios que sus compañeros de desarrollo típico, con un promedio de 50 minutos menos al día de actividad física moderada y 70 minutos más cada día de estar sentados”.

Con la llegada de las computadoras, tabletas y consolas de videojuegos, las personas autistas pueden pasar muchas horas de entretenimiento en sus propios hogares. Además de esto, muchas personas se llevan sus computadoras portátiles y tabletas a la cama. Esta actividad nocturna aumenta los problemas de sueño en el autismo, ya que la luz azul emitida por estos dispositivos deprime los niveles de melatonina (es decir, la hormona que ayuda a establecer nuestro ritmo circadiano). La melatonina también es un poderoso antioxidante y se está estudiando como un posible tratamiento para el cáncer. Tengo que creer que algunos informes de un aumento del nivel oxidativo/estrés en el autismo pueden deberse o agravarse por los niveles reducidos de esta hormona.

Cuando perdemos el sueño y evitamos el ejercicio, aumentamos nuestra cantidad de estrés. Esto conduce a una disminución de la respuesta inmune, mala cicatrización de heridas, dolor crónico, y depresión. Las personas se enferman más a menudo cuando están estresadas. Además de los problemas de una vida sedentaria, algunas personas tienden a comer en exceso cuando están estresadas. Las manifestaciones del estrés son difíciles de comunicar por aquellos en la población general, más aún por individuos autistas.

La inactividad predispone a la obesidad y a enfermedades del corazón. El uso de neurolépticos para tratar a algunos individuos autistas aumenta el riesgo a la obesidad. Además del aumento de peso, estos medicamentos alteran el metabolismo de la glucosa/lípidos y promueven trastornos endocrinos (por ejemplo, diabetes). En muchos casos, la obesidad puede conducir a la falta de adherencia al tratamiento y a una disminución en la calidad de vida (Correll et al., 2011).

Una vida sedentaria transmite el doble de la tasa de mortalidad que la obesidad por si sola. Aunque una vez leí que el uno pararse, sin necesariamente mover las extremidades, evitaría algunos de los efectos secundarios de una vida sedentaria, instituir cambios en el estilo de vida es una propuesta difícil. Los Estados Unidos han invertido mucho dinero en atención médica y su lucha contra la obesidad sin resultados adecuados. Dos tercios de los estadounidenses padecen de sobrepeso u obesidad, y nuestra sociedad ahora ve esto como algo normal. La vida sedentaria moderna nos está matando y la gente subestima enormemente su efecto nocivo.

Los problemas asociados con una vida sedentaria en el autismo necesitan tener más publicidad. Requiere que los pacientes se eduquen y desempeñen un papel más activo en su tratamiento. Necesitamos instituir regímenes de actividad física. El ejercicio aumenta los niveles de endorfinas y promueve una sensación de logro que nos motiva a seguir avanzando. Muchos de nuestros pacientes usan Fitbit u otros relojes deportivos para llevar un registro de su actividad diaria. En algunos casos, estos relojes le permiten participar en una comunidad virtual donde participan en competiciones de ejercicio amistosas.

Además del ejercicio, esté atento a los problemas secundarios de la vida sedentaria. Considere los enfoques de medicina integral para revivir el estrés. En algunos casos, y donde sea apropiado, el thai chi o yoga pueden convertirse en actividades familiares útiles. Considera hacer dieta para controlar la obesidad. Dependiendo de las necesidades de un individuo, una dieta mediterránea es una opción saludable. Esta dieta ayuda a controlar el peso, previene enfermedades cardíacas, derrames cerebrales y disminuye el riesgo de demencia.

Referencias

Correll CU, Lencz T, Malhotra AK. Antipsychotic drugs and obesity. Trends Mol Med 17(2):97-107, 2011

Casanova MF. Autism Updated: Symptoms, Treatments and Controversies. Amazon Publishing, 2019.

 

Fuente

www.corticalchauvinism.com